Título en inglés: What is Biblical Repentance - Ask Pastor Tim Conway
(De "Pregunte al Pastor Tim Conway")
¿Cuál es el verdadero arrepentimiento bíblico?
¿Cuál es el verdadero arrepentimiento bíblico?
Lo que encontramos cuando vamos a las Escrituras... uno de mis textos favoritos acerca de esto está en Hechos 26.
19 »Así que, rey Agripa, -éste es Pablo hablando- no fui desobediente a esa visión celestial.20 Al contrario, comenzando con los que estaban en Damasco, siguiendo con los que estaban en Jerusalén y en toda Judea, y luego con los gentiles, a todos les prediqué que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, y que demostraran su arrepentimiento con sus buenas obras."
Hay un giro. Leemos esto en las Escrituras en el libro de Hechos también. Hay un arrepentimiento hacia Dios. Básicamente, el arrepentimiento es un apartarnos de /abandonar nuestro pecado. Es un volverse hacia Dios. Esto es absolutamente esencial.
Tienes este concepto que Pablo da a entender. Arrepentimiento hacia Dios. Entonces, te das cuenta que el arrepentimiento es una cosa direccional.
Tiene que ver con nosotros dirigiéndonos hacia Dios, y la fe en Jesucristo.
Y una de las cosas que creo que es absolutamente esencial que tengamos en cuenta en lo que se refiere al arrepentimiento. Tan a menudo encuentras personas que luchan y su lucha realmente se reduce al hecho de que ellos están mirando a su arrepentimiento.
Las personas empiezan a pensar demasiado acerca de lo que es su arrepentimiento. Están mirando hacia a ellos /Se están mirando a sí mismos:
¿Estoy arrepintiéndome lo suficiente?
¿Estoy creyendo lo suficiente?
¿Estoy apuntado lo suficiente hacia Dios?
¿Estoy abandonando mi pecado lo suficiente?
¿Estoy abandonando mi pecado lo suficiente?
¿Estoy sintiendo suficiente pesar?
¿Y ves lo que es eso?
Ése es el arrepentimiento del que necesitas arrepentirte. No es bueno, porque lo que está sucediendo es que el pecador tiene sus ojos en sí mismo.
Y se regresa al problema esencial del hombre: su auto-justicia.
Como el fariseo, pensando que él está cumpliendo la Ley y será aprobado por Dios de esa forma. Constantemente hay hombres girando alrededor de establecer su propia justicia. Y cuando las personas están muy pendientes de su arrepentimiento, y cuando se obsesionan con su fe es la misma cosa. Están mirándose a ellos mismos. Están intentando producir un arrepentimiento. Están tratando de producir una fe que los haga aceptables a Dios.
Como el fariseo, pensando que él está cumpliendo la Ley y será aprobado por Dios de esa forma. Constantemente hay hombres girando alrededor de establecer su propia justicia. Y cuando las personas están muy pendientes de su arrepentimiento, y cuando se obsesionan con su fe es la misma cosa. Están mirándose a ellos mismos. Están intentando producir un arrepentimiento. Están tratando de producir una fe que los haga aceptables a Dios.
Y al final, lo que están haciendo es que están intentando, de alguna forma, hacerse a sí mismos presentables.
El arrepentimiento no es eso. Si alguien está mirando a su arrepentimiento, entonces no es el verdadero. Lo que el verdadero arrepentimiento hace es que es una cosa hacia Dios, un arrepentimiento hacia Dios.
Lo que sucede en el verdadero arrepentimiento es que hay pesar por el pecado, pero no es ese pesar en el que me quedo inmerso /ensimismado.
“¿Me estoy lamentando lo suficiente?”
Es una pena /un dolor/pesar por el pecado, que me lleva a mirar a Cristo y a lo que Él logró en la cruz. En eso, y solamente en eso, está la salvación.
El verdadero arrepentimiento es dejar el "qué tan bien me arrepiento".
Quiero decir, básicamente, que lo que le ocurre al pecador cuando hay un verdadero arrepentimiento es que desiste, abandona todos sus propios esfuerzos. Abandona todos sus propios intentos.
El arrepentimiento no es esta cosa de pre-salvación, donde intento reformar mi vida.
El arrepentimiento es cuando hay un abandono de todos mis propios resultados y todos mis propios quehaceres, y todos mis propios esfuerzos.
Y en vez de estar pendiente de realmente mirar a Dios... quiero decir, el pecador, el que está en necesidad, el pecador desesperado es, simplemente, la persona que levanta sus brazos y dice: “Dios ayúdame.”
Eso es el mirar a Dios.
Tan a menudo los hombres se obsesionan tanto con: “¿Estoy sintiendo pesar? ¿Estoy anhelando? ¿Estoy cambiando de dirección? ¿Estoy arrepintiéndome? ¿Estoy creyendo?” Y todo es hacia adentro, todo es introspectivo. Es todo mirarse al espejo. No es verdaderamente poner los ojos, agarrarse de Cristo.
Charles Leiter me contó una historia de una mujer que él conoce que luchaba precisamente contra esta misma cosa: con mirarse a sí misma todo el tiempo.
¿Estaba arrepintiéndose? ¿Estaba creyendo? Y sintiendo que era imposible. Y llegó al punto en que tenía pura frustración... y llegó al final de sí misma y sólo... sólo cayó. Y dijo que cayó justo en los brazos de Cristo.
Y eso es realmente el verdadero arrepentimiento: cuando desistimos y caemos en Sus brazos.
Y eso es realmente el verdadero arrepentimiento: cuando desistimos y caemos en Sus brazos.
Ésa es la dirección hacia Él. No tanto en que tenemos todo el poder y la fuerza y la habilidad de hacerlo nosotros mismos. Sólo nos damos por vencidos y caemos. Y Él nos agarra.
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