domingo, 24 de abril de 2011

Esclavos para Cristo - Autor: John MacArthur


http://www.youtube.com/watch?v=nx3ColYGNMM

Título en inglés: "Slaves for Christ - John MacArthur" (16:13 min; puesto por illbehonest)

... lo que constituye esclavitud: "Fuiste comprado por un precio."  
No hay una expresión más definida, en términos de lo que significa ser un esclavo. Significa "ser propiedad/posesión" (de otro).  Significa "ser propiedad/posesión" (de otro).
¿Te acuerdas de estas palabras? Mateo 25:21:
"Bien hecho, buen y fiel… (siervo, dice el texto)".  Eso es lo que has leído toda tu vida. Esa no es la palabra para siervo. Esa no es ninguna de las seis palabras para siervo.
Ésa es DOULOS. “Bien hecho, esclavo bueno y fiel.”

Cuando le entregas a alguien el Evangelio, le estás diciendo:
Me gustaría invitarte a que te hagas un esclavo de Jesucristo.
Me gustaría invitarte a abandonar tu independencia... dejar tu libertad... someterte a una voluntad ajena... renunciar a todos tus derechos... ser 'propiedad de' y controlado por el Señor.
Eso es realmente el evangelio. Estamos invitando a personas a hacerse esclavas.  No escucho mucho de ese lenguaje acerca de esclavos hoy día, ¿ustedes sí?
Un tipo de servicio que no es una cuestión de opción para aquel que lo presta.
Una clase de servicio que él tiene que realizar gústele o no.
Describe a alguien sometido totalmente a una voluntad ajena -la voluntad del propietario- y en total y completa dependencia de aquel dueño.
Eso es lo que la palabra significa. Es la palabra para "esclavo".
Si crees que es una palabra dura para tragárnosla, imagina cuán duro era para aquellos que vivían en medio de la esclavitud tragarse eso.
¿Cómo pueden Jesús y los apóstoles del Nuevo Testamento hablar a gente viviendo en medio de una sociedad dominada por la esclavitud -diez a doce millones de esclavos- precisamente en esa época, acerca del hecho de que ser cristiano era ser un esclavo para Jesucristo?
No es que no existiera ni la más remota idea de lo que eso significaba. Ellos sabrían exactamente lo que eso significaba.  ¡Exactamente lo que significaba!

Déjenme contarles acerca de los esclavos en el mundo grecorromano.
Ellos no tenían libertad. No tenían derechos. No eran propietarios de ninguna cosa. No tenían recurso legal alguno ante las cortes. No podían dar testimonio como testigos en un caso legal. No tenían ciudadanía. No tenían posibilidad de hacer lo que querían hacer.
No se les  preguntaba: “Dígame, Sr. Esclavo, ¿qué le gustaría hacer para sentirse pleno?”.
No se les preguntaba: “¿Cuál cree que es su propósito?" ¿Puede soñar su sueño para que yo, su amo, pueda cumplírselo?”
ESTRAMBÓTICO /EXTRAÑO.
Ellos no tenían opción acerca de nada. No poseían nada. No podían ser ciudadanos y no podían ser parte del ejército, de los militares.
Ellos eran totalmente dependientes de quienquiera que fuera su dueño.
No significa que no había algunos beneficios. Eran provistos, cuidados, protegidos. En muchos casos eran tratados amablemente, compasivamente, amados... dentro de las familias.
Así que la idea de aparecer en ese mundo y anunciar a la gente que debe hacerse un esclavo de Jesucristo era sólo otra forma de presentar el mensaje para hacerlo imposible de creer.  Nadie se iba a poner en fila para convertirse en esclavo de ningún otro.
Ustedes son llamados a ser esclavos.
La diferencia entre un esclavo y un siervo es obvia, obvia.  Los siervos eran contratados para trabajar por salarios.  Los siervos eran contratados para trabajar por salarios... y podían renunciar.
Se les pagaba un salario por un trabajo.
Los esclavos eran posesiones, y no podían renunciar. Si escapaban eran encontrados, arrestados, azotados. Y hay toda clase de escritos antiguos acerca de los azotes a esclavos y cosas peores.  Y a veces, a veces -muchas veces- eran crucificados públicamente como una demostración al resto de los esclavos de lo que podría pasarles si se escaparan.
Volviendo a Gálatas capítulo 1, en el versículo 10 Pablo lo dice de nuevo al final del versículo. Dice: “Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería esclavo de Cristo.”
Él entendió lo que significaba la esclavitud. Sólo hago lo que agrada a mi Amo.
Este es el enfoque singular/único de ser un esclavo. No tienes que complacer a muchas personas. Solamente complaces a uno.
Esa metáfora es crucial para entender nuestra relación con el Señor. Si vamos a hablar acerca de una relación personal con Cristo y con Dios, entonces nuestra relación personal es que somos esclavos.
Esa es la mejor forma para definir esa relación.  Y Pablo acá nos dice que significa que solamente lo complacemos a Él.  Les dice a los corintios:  Tengo como ambición estar agradándolo a Él.

Se resume a esto: hacer lo que Él dice, y hacer lo que le satisface a Él. Es así de simple.
Eso es lo que un esclavo hacía.
Realmente sólo dos posibilidades: donde había una orden directa, se obedecía.   Donde no había una orden directa, se hallaba una forma de hacer lo que se sabía que le complacería al amo.  Se le obedecía y se le complacía.

Él dice estas palabras familiares: “Ahora escuchen esto, ustedes que dicen: "Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y pasaremos allá un año, haremos negocio y tendremos ganancia. Sin embargo, ustedes no saben cómo será su vida mañana. Sólo son un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece. Más bien, debieran decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.” (Santiago 4:13-16)
Eso es hablar como un esclavo. Eso es lo que significa estar sometido a una voluntad ajena. Hubo esclavos en el pasado, habrá esclavos en el futuro, esclavos en el cielo.  Somos Sus esclavos ahora, quienes estamos siendo enseñados por el libro de Apocalipsis de que estas cosas pasarán.  Nunca dejaremos de ser esclavos.  Nunca.
Un siervo podía ser contratado y renunciar.
Un esclavo era una posesión.
Eso significa propiedad exclusiva, porque era comprado por un precio. ¿Suena eso a algo dicho en el Nuevo Testamento?

Dos, disponibilidad completa y constante, y obediencia. Disponibilidad completa y constante, y obediencia.

Tres, sometido a una voluntad ajena.
Ningún hombre puede ser esclavo de dos amos, ¿correcto?  IMPOSIBLE.
Podrías tener dos empleadores. Podrías tener un trabajo de día y un trabajo de noche.  Pero no puedes tener dos amos que tengan control total sobre ti, porque ambos serían tus dueños.  Y todos sabían eso.
Es por eso que esa declaración es evidente en sí misma:
"Ningún hombre puede ser esclavo de dos amos."
Entonces:
- Propiedad exclusiva de un amo.
- Disponibilidad completa y constante, y obediencia a aquel único amo.
- Y, simple/sencilla, en el sentido de que es única.  Vamos a llamarle devoción única a Aquel Único Amo.
Es de lo que habla el Nuevo Testamento también, ¿no es así? "Ama al Señor tu Dios", ¿con qué? "TODO tu corazón, alma, mente, y fuerza."  "No tengas otros dioses."  "Haz todo lo que haces para agradarlo a Él."  "Honra a Cristo."

Cuarto, un esclavo tenía dependencia total de su amo para todo. Para todo. Absolutamente todo.

Y quinto, toda disciplina y recompensa venía de aquel único Amo. Eso es lo que era ser un esclavo.
Eran posesión de una persona.
Estaban completa y constantemente disponibles y obedientes a aquel único amo.
Tenían una ‘razón de ser’ consumidora, una razón para vivir.  Y esa era agradar a ese amo. Eran dependientes de aquel amo para absolutamente todo.
Y toda disciplina y recompensa era a discreción de aquel amo.

Todo eso está directamente conectado a lo que significa ser un "esclavo de Jesucristo":
- Somos posesión Suya, porque fuimos comprados por un precio.
- Estamos en una posición de completa y constante disponibilidad y obediencia a Aquel Único Amo, al grado que podamos decir: “No se haga mi voluntad sino la Tuya.”  Todo el tiempo.
- Somos únicos en nuestra devoción y eso significa que no tenemos ningún otro amo para obedecer. Y ningún otro amo a quien servir. Y por eso el Nuevo Testamento dice: “No puedes” -estas son las palabras de Jesús- “...servir a Dios y al dinero.”  No puedes servir a Dios y a algo más.  

No puedo decirte por cuantos años he tenido debates con personas sobre el Señorío de Cristo. Déjame decirte algo realmente simple:
KURIOS y DOULOS son dos palabras que describen ambos lados de una relación.
Si hay un esclavo -déjame decirte algo- hay un Señor.
Si hay un esclavo, hay un amo.
Si hay un amo, hay un esclavo.
No te llames amo si no tienes un esclavo.
Y no eres esclavo si no tienes un amo.

Por eso es que el Nuevo Testamento ni siquiera se molesta en defender la idea -como si existiera- de si cuando vienes a Cristo, Él es o no tu Señor.   Eso es patentemente obvio. Cuando confiesas a Jesús como Señor, estás al mismo tiempo confesándote a ti mismo como esclavo.
No hay otra forma de verlo.
KURIOS y DOULOS son los dos lados de la relación.
Un esclavo es alguien cuya vida pertenece totalmente a otro: propiedad absoluta, control absoluto, sometimiento absoluto, obediencia absoluta, lealtad absoluta, dependencia absoluta.
Ahora, si no agarras esa idea de esclavitud, y muchos de nosotros la perdemos porque ha estado oculta en el texto en castellano (y en el texto en inglés también).
Es difícil para nosotros entender realmente la esencia de lo que realmente significa ser un cristiano.  Eres un esclavo de Jesucristo.  Eres una posesión Suya.  Has sido comprado por Su sangre, Hechos 20.  Has sido comprado no con plata ni oro, ¿sino con qué? 1 Pedro 1:18-19, "la preciosa sangre de Jesucristo".  Has sido comprado, Apocalipsis 5:9.  
No tienes derechos independientes.  
Los esclavos no tienen derechos. Los esclavos no poseen nada.
Ellos no podían poseer sus propias propiedades. Ante la ley no eran ciudadanos.  No podían ocupar un puesto público.
Estaban completamente bajo el arbitrio y la provisión y la protección y el cuidado, y el abuso -en un sentido terrenal- de sus dueños.
Había una gran ventaja en ser un esclavo de un amo benevolente, generoso, misericordioso, amable y compasivo.  ¡No puedo pensar en una vida mejor!
“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo”. Esas son palabras para un esclavo.  Ésa es la forma de hablarle un esclavo.  
“Toma tu cruz y sígueme”.  Es tu fin… el fin de tu vida, estás acabado. Se terminó, se acabó. Ahora eres el esclavo de Jesucristo.

Y no es gravoso /agobiante. Jesús dijo: “Toma mi yugo porque mi yugo es…” ¿Qué? Fácil.Y mi carga es liviana y encontrarás reposo.
Vas a ser esclavo de alguien.
Ser un esclavo de Jesucristo está más allá de cualquiera otra forma de esclavitud que alguien siquiera conoció.  Porque este Amo, escucha esto:
Nos hace hijos.  Y nos da todos los derechos de Sus propios hijos.
Él nos adopta en Su familia.  Nos llama "coherederos con Cristo".
Nos lleva al cielo, donde gobernamos y reinamos desde Su propio trono.  Y derrama todas las espléndidas riquezas de Su posesión eternamente y para siempre jamás, para nuestra absoluta alegría y Su propia gloria.

¿Quién no querría ser un esclavo bajo a ese Amo?
¡Qué gozo es ser un esclavo de Cristo!


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