sábado, 10 de septiembre de 2016

Mero Cristianismo libro I, charla 4 - Autor: C. S. Lewis.

(10:34 min, publicado por CSLewisDoodle)


Título en inglés: ‘We have cause to be uneasy by C.S. Lewis Doodle (BBC Talk 4/Chapter 5)


Título en castellano: ‘Tenemos motivo suficiente para estar intranquilos’, por C.S. Lewis Doodle. (BBC charla 4/capítulo 5)
(Charla emitida el 27 de agosto de 1941)


Algunas notas del autor del video en la descripción:
Esta cuarta charla pasó a ser el capítulo cinco del Libro ‘Mero Crisitanismo” de Lewis, y originalmente fue llamado ‘¿Que hacemos con eso?’  0:04 Las campanadas del Big Ben son una oración en la sala donde está el reloj: “A lo largo de esta hora/ Señor, sé mi guía/ Que por Tu poder/ Ninguna pisada resbale: https://drive.google.com/file/d/0B9Mm...

Usted puede encontrar el libro aquí: http://www.amazon.com/Mere-Christiani...


Nota de la traductora:
1) Usé como base esta traducción de “Mero cristianismo’ https://elteologillo.files.wordpress.com/2012/08/13294388-mero-cristianismo.pdf


Mero Cristianismo, por C. S. Lewis.


Tenemos motivo suficiente para estar intranquilos.


Terminé mi última emisión con la idea de que en la ley moral ‘alguien’ o ‘algo’ desde más allá del universo material estaba, realmente, queriendo llegar a nosotros. Y supongo que cuando llegué a ese punto algunos de ustedes sintieron cierto fastidio. Pueden incluso haber pensado que yo les había tendido una trampa —que había estado envolviendo cuidadosamente, para que pareciera filosofía, lo que resulta ser una “cháchara religiosa” más. Puede que hayan sentido que estaban dispuestos a escucharme mientras pensaran que tenía algo nuevo que decir; pero si resulta ser sólo religión, ¡bueno, el mundo ha intentado eso y no se puede retrasar el reloj! [retroceder en el tiempo]. Si alguien se está sintiendo de esa manera, me gustaría decirle tres cosas:


En primer lugar, en cuanto a retrasar el reloj, ¿pensarían que estaría bromeando si dijera que el reloj se puede retrasar, y que si el reloj tiene la hora equivocada es a menudo algo muy sensato de hacer? Pero preferiría alejarme de toda esa idea de los relojes.
Todos queremos progreso. Pero progreso significa acercarse más al lugar donde usted quiere estar. Y si usted ha tomado un camino equivocado, entonces avanzar no lo lleva más cerca. Si se está en el camino equivocado, progreso significa dar una media vuelta y volver al camino correcto; y en ese caso, el hombre que se devuelve antes es el hombre más progresivo. Todos hemos visto esto cuando hacemos cálculos aritméticos. Cuando he empezado una suma de la manera equivocada, cuanto antes admita esto y retroceda y empiece de nuevo, más rápido voy a progresar. No hay nada de progresivo en ser cabeza dura [testarudo] y rehusar a admitir un error. Y creo que si usted observa el estado actual del mundo, es bastante evidente que la humanidad ha estado cometiendo un gran error. Estamos en el camino equivocado. Y si eso es así, debemos volver atrás. Volver atrás es la manera más rápida de avanzar.


En segundo lugar, esto todavía no se ha convertido exactamente en una “cháchara religiosa”. No hemos llegado aún al Dios de ninguna religión propiamente tal, y menos aún al Dios de esa religión particular llamada cristianismo. Solamente hemos llegado hasta un Alguien o un Algo que está detrás de la ley moral. No estamos tomando nada de la Biblia o de las iglesias; estamos intentando ver qué podemos descubrir acerca de este Alguien por nuestra propia cuenta. Y quiero dejar muy claro que lo que descubrimos por nuestra propia cuenta es algo que nos conmociona. Tenemos dos pequeñas evidencias acerca del ‘Alguien’.
Una, es el universo que Él ha hecho. Si usáramos eso como nuestra única pista, entonces creo que tendríamos que llegar a la conclusión de que Él fue un gran artista (porque el universo es un lugar muy bello), pero también que Él es bastante despiadado y no es amigo del hombre (porque el universo es un lugar muy peligroso y aterrador).
La otra pequeña evidencia es esa ley moral que Él ha puesto en nuestras mentes. Y ésta es una mejor evidencia que la otra, porque es información confidencial. Se descubre más acerca de Dios a través de la ley moral que a través del universo en general, del mismo modo que se descubre más acerca de un hombre escuchando su conversación, que mirando la casa que ha construido. Bien, de este segundo indicio de evidencia llegamos a la conclusión de que el Ser detrás del universo está intensamente interesado en la conducta correcta —en el juego limpio, el altruísmo, el coraje, la buena fe, la honestidad y la veracidad.
En ese sentido deberíamos estar de acuerdo con el reporte proporcionado por el cristianismo y otras religiones, de que Dios es “bueno”. Pero no vayamos demasiado deprisa aquí. La ley moral no nos da ninguna base para pensar que Dios es “bueno” en el sentido de ser indulgente, o blando, o simpático.  No hay nada indulgente acerca de la ley moral. Es tan dura como el acero. Le dice a usted que haga lo correcto y parece no importarle cuán doloroso, peligroso, o difícil que es hacerlo. Si Dios es como la ley moral, entonces Él no es blando.  En esta etapa no sirve de nada decir que a lo que usted se refiere con Dios “bueno” es a un Dios que puede perdonar. Usted está yendo demasiado rápido. Sólo una Persona puede perdonar. Y aún no hemos llegado tan lejos como a un Dios personal —únicamente hasta un Poder detrás de la ley moral, y más parecido a una mente que a cualquier otra cosa. Pero todavía puede ser muy diferente de una Persona.
Si es una mente impersonal pura, puede no tener sentido pedirle que haga excepciones con usted, o que lo absuelva, del mismo modo que no tiene sentido pedirle a la tabla de multiplicar que lo excuse cuando usted saca mal sus cuentas. Es seguro que usted va a obtener la respuesta equivocada. Y tampoco sirve de nada decir que si hay un Dios de ese tipo —una bondad impersonal absoluta— entonces a usted no le gusta, y no va a inmutarse por Él; porque el problema es que una parte de usted está de Su parte, y está realmente  de acuerdo con Su desaprobación de la avaricia, el engaño y la explotación. Puede ser que usted quiera que Él haga una excepción en el caso suyo, que lo absuelva por esta única vez; pero en el fondo usted sabe que, a menos que el Poder que hay detrás del mundo —de verdad e inalterablemente— deteste esa clase de comportamiento, entonces Él no puede ser bueno. Por otro lado, sabemos que si sí existe una bondad absoluta ésta debe detestar la mayor parte de lo que hacemos. Ése es el terrible aprieto en el que nos encontramos.
Si el universo no está gobernado por una bondad absoluta, entonces todos nuestros esfuerzos son, a la larga, inútiles. Pero si lo está, entonces nos estamos enemistando con esa bondad todos los días; y no es en lo más mínimo probable que mañana lo hagamos mejor, de modo que, nuevamente, nuestro caso es desesperado. No podemos hacerlo sin ella, y no podemos hacerlo con ella. Dios es el único consuelo; Él es también el terror supremo: lo que más necesitamos y aquello de lo que más queremos escondernos. Él es nuestro único posible aliado, y nos hemos hecho Sus enemigos. Algunas personas hablan como si encontrarse con la mirada de la bondad absoluta fuera divertido. Tienen que volver a pensarlo. Todavía están solamente jugando con la religión. La Bondad es, o la gran seguridad, o el gran peligro, según la manera en que se reaccione a ella. Y nosotros hemos reaccionado de la manera equivocada.


Ahora, mi tercer punto. Cuando elegí llegar a mi verdadero tema de esta manera indirecta, no estaba intentando tenderle ninguna trampa a usted. Tenía una razón diferente. Mi razón era que el cristianismo sencillamente no tiene sentido, hasta que usted ha enfrentado el tipo de hechos que he estado describiendo.
El cristianismo le dice a la gente que se arrepienta, y le promete perdón. Por lo tanto, no tiene nada que decir —hasta donde sé—  a personas que no perciben que han hecho algo por lo que deban arrepentirse, y que no perciben que necesitan perdón. Es después de que uno se ha dado cuenta de que existe una ley moral real, y un Poder detrás de la ley, y de que usted ha infringido esa ley y se ha puesto a mal con ese Poder —es después de todo esto, y no un momento antes— que el cristianismo empieza a hablar. Cuando uno sabe que está enfermo, escuchará al médico. Cuando uno se ha dado cuenta de que nuestra posición es casi desesperada, empezará a entender de qué están hablando los cristianos. Ellos ofrecen una explicación de cómo hemos llegado a nuestro estado actual de, a la vez, detestar y amar la bondad. Ellos ofrecen una explicación de cómo Dios puede ser esta mente impersonal detrás de la ley moral y, además, también una Persona. Le dicen a usted cómo las exigencias de esta ley, que ni ustedes ni yo podemos cumplir, han sido cumplidas a nuestro favor; cómo Dios mismo se hace hombre para salvar al hombre de la desaprobación de Dios.
Es una vieja historia y si usted quiere profundizar en ella tendrá, sin duda, que consultar a personas que tienen más autoridad que yo para hablar sobre ella. Todo lo que estoy haciendo es pedirle a la gente que enfrente los hechos —entender las preguntas que el cristianismo afirma responder. Y son hechos muy aterradores. Me gustaría que fuera posible decir algo más agradable. Pero debo decir lo que pienso que es verdad. Por supuesto, estoy bastante de acuerdo en que la religión cristiana es, a la larga, indeciblemente consoladora.  Pero no empieza con consuelo; empieza con el desaliento que he estado describiendo, y no sirve de nada pasar al consuelo sin haber pasado primero por el desaliento. En la religión, como en la guerra y todo lo demás, el consuelo es la única cosa que no se puede obtener buscándolo.

Si usted busca la verdad, puede encontrar consuelo al final. Si usted busca consuelo, no obtendrá ni consuelo ni verdad, únicamente adulación y esperanzas ilusorias [basadas en quimeras] para empezar y, al final, desesperación. La mayoría de nosotros ha superado las esperanzas ilusorias acerca de la política internacional. Es hora de que hagamos lo mismo acerca de la religión.


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