viernes, 18 de marzo de 2011

Investido de poder por el Espíritu Santo




Título en inglés: "Empowered by the Holy Spirit - Paul Washer" (5.40 min)
(Porción de un mensaje dirigido a líderes de iglesias llamado "¿Dónde están los hombres?"; subido por "I'll Be Honest, will you?" = Seré honesto, ¿lo serás/y tú?)

Todo lo que eres en público está constituido por/es lo que eres en privado.
Puedes pararte ante cualquier hombre, si te paras ante Dios. Y caminas en el poder del Espíritu Santo. No como aquellos pequeños necios evangelistas, que entran y tienen sus filas de curaciones /sanidades y personas cayéndose, y todos los otros circos y blasfemia que siguen… estoy hablando sobre el verdadero poder del Espíritu Santo. No alguna clase de show circense por dinero.
Como he dicho, tanta gente dice: “El Espíritu de Dios está aquí” ¡No. No está! Porque si estuviera, estarías muerto.
Tenemos que ser hombres llenos con el Espíritu Santo, tenemos que ser hombres que buscan a Dios.
Y déjame decirte algo. Hay una gran diferencia, y quiero señalártelo,. Y no importa si me va a causar problemas si esto va a YouTube, pero es esto: hay un sentido, en el cual miramos a Efesios 5, miramos a Colosenses 3:16-17, y sí entendemos que hay una relación directa entre la Palabra de Dios, y ésta residiendo en nuestros corazones, y la obra del Espíritu Santo trabajando a través nosotros. Pero hay otro sentido, en que si eres simplemente un hombre que está sentando ahí, meditando en las Escrituras y pensando que, porque estás haciendo eso, serás lleno del Espíritu Santo y tendrás todo lo que necesitas para el ministerio, ¡estás equivocado!
Tienes que ir a Dios y clamar por manifestaciones más y más grandes de Su poder en tu vida para llevar a cabo la tarea que Él está dándote. ¡Tienes que tener eso! Tienes que ir a Él.
Es un encuentro con Dios. Sí, fundado en Su palabra. Sí, todo lo que Dios hace contigo en oración debe ser conforme a Su palabra. Pero buscar a Dios es mucho más que simplemente estar teniendo un buen estudio bíblico. Es clamar para encontrarse con el Dios vivo, es “esperar en Su umbral”. Y entonces levantarte, y no sólo simplemente creyendo por fe que Él ha hecho algo en ti, es levantarte y "saber"/"sabiendo" que Él ha hecho algo en ti.
Tenemos que ser hombres, pero no hombres como John Wayne o Jean-Claude Van Dame; no hombres fuertes en la carne, fuertes en personalidad, fuertes en sus presencias, fuertes en sus palabras. ¡No!Hombres fuertes, fortalecidos en el Espíritu Santo.
La batalla es horrorosa. Pensar que te vas a oponer a principados, poderes, potestades y dominios. Te vas a oponer a la serpiente antigua, vas a bajar adentro pozo, y pelear con el infierno mismo. No harás eso en tu fuerza física. Vas a hacer eso en el poder del Espíritu Santo.
¿Sabes qué es tan triste hoy? ¿Qué es tan triste? Es que es tan duro hablar de estas cosas,.
¿Y sabes por qué? Por toda la corrupción y las actividades ridículas de muchos, muchos grupos que se consideran a sí mismos grupos llenos del Espíritu Santo, cuando no están llenos del Espíritu. Pueden estar llenos con el espíritu, pero no es Santo. Porque, sea lo que sea de lo que estén llenos, les provoca hacer cosas que contradicen todo lo que sabemos sobre las Escrituras y los frutos del Espíritu.
Estoy hablando de poder, no de caerse en el suelo y de sacudirse como... como un gusano.
No de poder para reclamar un Mercedes Benz, no poder para decir que sanaste a alguien cuando de hecho no sanó. Estoy hablando de poder para vivir la vida Cristiana, de poder para andar en amor sacrificial, de poder para derribar fortalezas, de poder para predicar el evangelio. De eso estoy hablando. Eso es lo que necesitamos.
Podemos ser hombres, y mujeres, transformados... transformados.



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